viernes, 23 de septiembre de 2011

EL MAR TAMBIÉN NOS MIRA



Los corazones rotos caminan hasta la orilla de la playa en busca de respuestas, de comprensión mimada por la espuma de las olas, cariño siempre correspondido por la frontera de la arena.





PLANTADOS, con los pies enterrados.




Cuando está calmada reflejando el color del cielo, los paseantes ahogan el dolor del corazón, mientras observan los barcos volar en telar, esperando encontrar la ayuda de los marineros por si en el ahogamiento encuentran respuestas...

Y de vez en cuando aparecen los buscadores de cosas imposibles, que intentan encontar la línea divisoria del cielo y del mar.

Por otro lado están los que observan a los buscadores y son los que no tienen agallas para ser ellos mismos los que busquen.

Los pensadores que escriben sus pensamientos para vomitarlos antes que revienten por las orejas.

Por alli cerca están los que cuentan las olas y los que esperan ver una sirena.

Aparecen por detrás los que van al olor del mar y a escuchar su silencio; están los que ni la ven, ni la oyen. Los que nunca la miraron, los que por primera vez se fijaron en ella, los que señalan sorprendidos de que esté ahi y los que de vez encuando van a verla.


Hoy ella está tranquila y nos recibe con toda su extensión.



(anoche, deje de vigilarla al cambio de guardía y esta mañana seguía allí)

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